Examinar la conducta de quienes aspiran a obtener el beneficio del voto que se deposita en las urnas cada cuatro años es una tarea necesaria y urgente.
Determinar, a la luz de esta reflexión, quien posee los perfiles para ocupar uno de los puestos elegibles para ser parte de las salas capitulares de los ayuntamientos o Juntas Distritales, es tarea que debe producirse y ejecutarse para evitar que los beneficiarios vean el puesto como una propiedad suya.
Conocer de los que aspiran a Diputados y a Senadores sus propuestas a desarrollar en el Congreso para beneficio de la Provincia que representa, es clave para saber si vale la pena que se deposite un voto a su favor.
Saber de antemano la disposición que tienen los que quieren representar a su pueblo, en asumir compromisos, rendir cuentas de sus acciones una vez asuma el puesto para el que quieren que lo elijan. La calidad de los Ayuntamientos, el Congreso, la Presidencia y Vicepresidencia de la República depende, en gran medida, de que se elijan incumbentes, con estos perfiles.
Estas tareas son urgentes y necesarias en este proceso en que la duda se ha apoderado de los ciudadanos y ciudadanas por la tradicional costumbre de llegar al puesto para ponerlo al servicio suyo y de su familia una vez consigue el favor del voto.
Por estas razones el dinero ha normado las campañas electorales y los elegidos o elegidas no se sienten obligados a cumplir sus propuestas de campaña porque pagaron por anticipado el beneficio del voto que le otorgaron desde las urnas.
Corresponde al pueblo trabajador, al campesinado, a los profesionales, a las amas de casa, a los empleados públicos, a los estudiantes, etc., etc. y el resto de la población votante valorar estas ideas a los fines de evitar que el próximo congreso y las salas capitulares se llenen de incumbentes que solo le interese los beneficios que van a obtener del puesto para el cual obtuvieron el favor del voto de los ciudadanos.
Por Roberto Rosado Fernández Profesor UASD-San Juan. 24/08/2015.