bohechiodigital@gmail.com 21/9/2014-----La tanda de jornada extendida se ha convertido en una bendición de Dios, no sólo para familias de escasos recursos económicos sino hasta para las de clase media, que han decidido volver a las escuelas públicas, ya que el ahorro, sólo en alimentación supera los 2,000 pesos por estudiantes al mes.
Este cambio se produce luego que el Gobierno, a través del Ministerio de Educación, comenzó a hacer cuantiosas inversiones económicas para que los estudiantes reciban desayuno, almuerzo y merienda.
Para la tanda extendida unos 815 mil estudiantes reciben alimentación, mientras los que están fuera de este programa, que superan el millón 200 mil, reciben sólo el desayuno escolar.
De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) el Programa de Alimentación Escolar proyecta para este año la compra y distribución de un millón 936 mil raciones alimenticias al sector agropecuario que irán a 5,047 centros educativos de los niveles inicial, básico y medio.
El presupuesto destinado para ese programa, de acuerdo a las cifras oficiales, asciende a RD$7,447 millones para cubrir el desayuno, almuerzo y merienda en la tanda extendida. Para el 2015, el presupuesto del Inabie es proyectado en cerca de RD$12,000 millones, de los que se estima que RD$10,000 millones serían para cubrir las necesidades alimenticias de estudiantes.
De acuerdo a los estudios oficiales, las necesidades nutricionales cubiertas a los estudiantes de Jornada Extendida es de un 70% de sus requerimientos diarios, incluyendo para un desayuno el 30%, la merienda un 15% y el almuerzo un 55%.
La cantidad de energía que requiere diaria una persona es de 2000 kilocalorías, de 60 gramos de proteínas, 315 gramos de hidratos de carbonos y 55.5 gramos de grasas o lípidos. En tanto que el programa alimenticio que se aplica en las escuelas aporta 1,400 kilocalorías, 42 gramos de proteínas, 220.5 gramos de hidratos de carbono y 38.8 gramos de grasas o lípidos.
“La Tanda Extendida garantiza que los hijos de los pobres tengan una educación de calidad y que las familias dominicana incrementen su presupuesto en más de siete mil pesos, porque se les suministrarán alimentación, uniformes, zapatos y útiles escolares”, según informó en un discurso al país presidente Danilo Medina, tras recalcar que “Ese es un regalo del Gobierno para los pobres de este país”.
Esas cuantiosas inversiones que realiza el gobierno en beneficios de los estudiantes, se refleja inmediatamente en el presupuesto familiar, en la que los padres ya no viven esa agonía que implicaba tener a sus hijos en la escuela sin los suficientes recursos ni para cubrirles el desayuno. Los ejemplos sobran.
Salvación para Yaneisi Altagracia García
“Para mandar esos muchachos a la escuela, siempre tenía la cabeza mala, porque a veces amanecíamos sin un chele para el desayuno, y la comida menos”, esa es la expresión de Yaneisi Altagracia García, una ciudadana de Santiago, que a sus 29 años tiene nueve hijos, de los cuales seis están en edad escolar. Testimonio que ofrece también cualquier madre con hijos en la escuela en todo el país.
“Mi esposo es chofer de carro público, entonces podíamos garantizar que luego de que él saliera a trabajar regresara con la comida, pero el inicio del día era fuerte, ahora las cosas cambiaron, ahora la agonía es solo cambiar a los seis, y despacharlos para su escuela temprano, allá se encargan de todo, gracias a Dios”, sigue diciendo Yaneisi.
Al inicio del día, los seis hermanitos salen para la escuela básica San Antonio de Padua en la comunidad de Guayabal, Santiago, a cinco minutos de su humilde vivienda .Jefrey de 13 años, Cristopher de 12, Luis Mario de nueve, Luis José de siete, José Dolores de seis, y Albeiro de cinco, ocupan sus pupitres en sexto, quinto, segundo, primero y pre escolar de la adorada escuela.
En la parte trasera de la vivienda en colores azul y amarillo de tablas, propiedad de la madre de Yaneisi, es donde la familia de once miembros pernocta, la cotidianidad se realiza bajo el terruño materno.
Jefrey Antonio García, el mayor de los hijos, con 13 años repite el sexto grado y comparte las aulas con su hermano Cristopher, quienes afirman que lo que más le gusta de la escuela es el francés y la comida, siempre caliente y mucha.
Luis Mario ocupa un pupitre en el quinto grado de la escuela básica, y su hermano Luis José, está en segundo curso.Los más pequeños son José Dolores, que se estrena en el primer grado, y Albeiro, que con su camisa a cuadros rojos y su angelical carita inicia su vida académica en el pre escolar.
Yaneisi no sabe cuánto se está economizando por desayuno y almuerzo, pero sí sabe, que ahora los fines de semana son más largos. Ya no tiene que preocuparse por buscar estos alimentos para seis, de sus nueve vástagos en la semana, porque ahora ingresaron a la Jornada Escolar Extendida.
Jefrey dice que como su mamá es muy pobre, ahora ella se preocupa menos por el tema de la comida. Mientras Cristopher afirma que en la escuela lo mejor es el arroz, el inglés y francés. El rostro de Luis Mario se ilumina cuando dice que inició su año escolar con todos los libros que necesita.
Al preguntarle a la joven madre sobre los útiles escolares, dijo que gracias a Dios, el centro educativo les dio todos los libros a los niños, solo tuvo que buscar las mascotas.“La maternidad es una bendición y la Jornada Extendida mi salvación”, afirmó Yaneisi. El Naciona.
