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El pueblo se pregunta: ¿y saben leer?

  
Por: JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS 
bohechiodigital@gmail.com...27/4/14---Los noveles creen que para una persona llegar a ser diputado o senador de la República debe saber leer y hasta escribir. 

Lamentamos tener que contradecirlos, ya que nuestros legisladores, tanto del Senado como de la Cámara de Diputados al parecer cumplen con los requisitos externados por la UNESCO, de “funcionales”; es decir, leen pero no comprenden lo escrito. 

Decimos esto, porque no es un caso fortuito que en la legislatura ordinaria los diputados se hayan equivocado dos veces, que sepamos. Esto debido al escándalo y escarceo producido en ambas ocasiones.

El ex presidente doctor Leonel Fernández Reyna envió a estos legisladores el ventajoso contrato a favor de la multinacional Barrick Gold. Los mismos, por provenir de un connotado intelectual, presidente del país y a la vez presidente del Partido de la Liberación Nacional (PLD) en el poder, sin aquilatar lo leonino que era, levantaron las manos en señal de aprobación sin haber leído el texto que les fue presentado.

 Ahora bien, una vez el presidente licenciado Danilo Medina Sánchez, en su discurso de toma de posesión denunció el exagerado beneficio que obtendrá esa empresa por la explotación de nuestro oro, se pusieron donde el capitán los viera y empezaron a despotricar contra lo que aseveraron que era un contrato nefasto. Si hubiesen leído el texto, cosa que por conveniencia y hasta por prebendas recibidas, no lo hubieran aprobado sin siquiera hacerle algunas enmiendas.

 Al retractarse de lo firmado, los “legisladores” quedaron tan mal parados, que se atrevieron a echarse la culpa entre ellos, cuando lo que debían haber hecho era renunciar por “ineptos e incapaces”. Pero si renunciaban ¿De dónde iban a recibir el cofrecito y el barrilito”? Esos recursos, que ellos afirman son para efectuar obras y ayudas sociales en las comunidades que los eligieron, son en realidad un ilegal aumento de sueldo muy desproporcional a la labor que realizan y que debería ser descontinuado inmediatamente, ya que ustedes fueron elegidos para legislar, las labores sociales la realizan otras entidades gubernamentales. 

 En donde las acciones “indelicadas” han llegado a su máximo paroxismo, fue cuando en un ardid previamente planificado, el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados en connivencia con otros paniaguados, presentaron las modificaciones al Código Procesal Penal, mutilando y cambiando logros que hasta entonces había obtenido el pueblo como el de querellarse contra cualquier funcionario público asalariado que cometiese irregularidades en el ejercicio de sus funciones. 

Por suerte, la diputada Minerva (Minou) Tavárez Mirabal desenmascaró a los renegados en el momento que la pieza legislativa fue enviada al Poder Ejecutivo para su promulgación, pero sabiamente el señor Presidente la observó y será el Tribunal Constitucional que decidirá si los “cortes” hechos por los “legisladores carniceros”, se mantendrán.

 Ahora, se ha hecho público quién ha sido el culpable de tratar de limitar el derecho ciudadano a querellarse, cuando; lean bien, el presidente de la Cámara de Diputados, el “voten honorables”, envió esta mutilación al Tribunal Constitucional para que éste desestimara la demanda interpuesta contra el antiguo Ministro de Obras Públicas Díaz Rúa. 

En un país con instituciones democráticas, este señor, que denigra el curul que ocupa, debería ser interpelado o renunciar “honorablemente”. El pueblo dominicano está harto de estas triquiñuelas de parte de estos “legisladores” alguno de los cuales, obtuvieron el curul por simple activismo político sin tener, ni la preparación intelectual ni tampoco dones morales para desempeñar tan alta investidura. 

Es por eso, que en una entrega anterior nosotros habíamos propuesto que en el país se elaborara un manual o código en el cual se estableciesen los requisitos que debe tener una persona para poder presentarse y optar por un cargo legislativo. De haber tenido este instrumento, las Cámaras Legislativas hubiesen evitado el escarnio y el revuelo causado por la falta de escrupulosidad de algunos de sus miembros. La lección de lo acontecido debe ser asimilado por aquellos que votaremos en los próximos comicios del 2016.

Se debe escudriñar bien las boletas para que no se nos cuelen estos legisladores –si alguno pretende reelegirse– a los cuales les disgusta el tener que leer un texto que no comprenden y simplemente se convierten en borregos y al no discernir, hacen propia la frase estadounidense “follow the leader”.