La misión diplomática en el país anunció en su página que los servicios Consulares y todas las operaciones rutinarias de la Embajada también mantendrán sus horarios rutinarios.
El Congreso estadounidense sumió a esa nación en un cierre parcial del gobierno porque una disputa sobre la ley de salud del presidente de EE.UU., Barack Obama estancó un proyecto de ley de financiamiento de emergencia, obligando a casi 800 mil trabajadores federales a dejar sus empleos y suspender la mayoría de los programas y servicios federales que no son esenciales.
La disposición, la primera desde el invierno de 1995-96, cerró parques nacionales y museos a lo largo del Mall de Washington, así como el centro de visitantes del Capitolio. Oficinas como la NASA y la Agencia de Protección del Medio Ambiente quedarán prácticamente cerradas.
Obama urgió a los republicanos a “reabrir” la Administración federal, parte de cuyas actividades fueron paralizadas por falta de fondos, y alertó de que cuanto más dure ese cierre, “peores” serán sus efectos.
El presidente estadounidense denunció en una comparecencia de la Casa Blanca, que “una facción” de los republicanos, su ala más conservadora, ha obligado a cerrar el Gobierno “solo porque no les gusta una ley”, en referencia a la reforma sanitaria.
