bohechiodigital@gmail.com.-La fe es un valor que caracteriza al género humano. Sin fe, es decir, sin confianza y lealtad, es prácticamente imposible lograr ninguno de los objetivos personales y sociales que nos proponemos.
Cuando proclamamos nuestra Independencia, a pesar de todas las evidencias reales, tuvimos fe y ese sueño es todavía una realidad 168 años después. Lo mismo pasó cuando se restauró la Independencia y cuando los norteamericanos nos ocuparon por ocho años.
Sin embargo, parecería que por un problema soluble, hemos perdido la fe.
Este país, como país pobre al fin, siempre ha tenido problemas económicos. Cuando no los ha tenido el Estado es porque todos éramos tan pobres que no nos hacia falta el Estado protector.
Pero ahora tenemos un Estado omnipresente.
Nosotros lo hemos pedido insistentemente. Hasta por el mínimo hoyo en la calle llamamos al Estado para que lo repare. Todo eso, a pesar de que la mitad de nosotros hace lo posible por no pagar los impuestos ni la luz y a veces ni siquiera nos comportamos con respeto al prójimo.
Aquí hay personas expertas en robar esperanzas. Creen que con eso avanzan sus proyectos personales, pero el país no puede hacerles caso, porque sin fe no se construye una nación vigorosa y progresista.
Vigilemos que al Gobierno no se le vaya la mano con la reforma, pero no perdamos la fe de que saldremos de esta como hemos salido de tantas otras. No dejemos que también nos roben la fe. Fuente Diario Libre.
