Santo Domingo.-La entrega de los premios Casandra 2012 celebrada anoche en el Teatro Nacional coronó a la orquesta de Los Hermanos Rosario con el máximo galardón que se entrega durante la premiación: El Soberano.
Fue un momento emotivo, en donde la producción galardonó sorpresivamente a esta agrupación que se formó el 1 de mayo del año 1978 y desde entonces no ha parado. Las apuestas estaban centradas en la figura del comunicador Yaqui Núñez del Risco. El galardón fue entregado por Franklin León, presidente de la Cervecería Nacional Dominicana, y el presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), Máximo Jiménez.
Con más de 18 producciones grabadas, discos de oro, de platino y doble platino, cargando el éxito de haber llevado el merengue por toda Latinoamérica y Europa, y por mostrar un comportamiento ejemplar ante la sociedad, la Asociación de Cronistas de Arte honró con esta distinción a Los Rosario que tienen una trayectoria de más de 30 años en la música. Visiblemente emocionado Rafa Rosario, líder de la agrupación, dijo que “verdaderamente era una grata sorpresa”.
El ceremonial inició con un espectacular opening donde se unieron El Batallón, Don Miguelo y Alex Matos, dando comienzo a una premiación que reconoció a más de 50 artistas criollos.
Se entregaron dos emotivos Casandra, uno a . Socorro Castellanos, que recibió un “Casandra Especial”, y otro a Vinicio Franco, un “Casandra al Mérito”.
Gloria Trevi cantó y recibió un “Casandra Internacional”, lo mismo ocurrió con Natalia Jiménez.
William Levy, actor invitado. Homenaje a Wilfrido Vargas, en donde merengueros como Eddy Herrera, Rubby Pérez, Sandy Reyes, Jorge Gómez y Gene Chamber, entre otros, cantaron para celebrar una trayectoria de 40 años de música.
Desde la apertura de la alfombra roja los espectadores de la televisión comenzaron a disfrutar de un espectáculo digno de seguir, pese a que en ocasiones el exceso de las entrevistas superó lo esperado por un público que anhelaba observar las vestimentas de las figuras que desfilaban.
No todo el mundo pudo salir con una estatuilla de Casandra. Aunque algunos salieron cargando tres preseas, como el bachatero Zacarías Ferreira, otros se pararon de sus asientos acariciando la idea de haber estado sentado en la sala principal del Teatro Nacional y no recibir un premio.
