Como a la hidroeléctrica le seguían entrando más de 20 metros cúbicos por segundo y apenas se defogan 9 metros cúbicos por segundo, en la tarde ya estaba en 0.34 metros cúbicos por segundo por encima de su cota máxima, y comenzaba a derramar agua por el vertedero de servicio u “Hoyo de Virola”, como se le llama popularmente, pero aún así no representaba peligro para las familias residentes aguas debajo de su muro, principalmente los habitantes de La Mesopotamia, Guachupita y Quijá Quieta.