LO ULTIMO

6/recent/ticker-posts

Dos millones y medio del país amenazados por hipertensión arterial

SANTO DOMINGO, 29 sept (PL) Los malos hábitos alimenticios y la hipertensión arterial derivada acechan al 30 por ciento de los dominicanos, que ignoran su situación y prosiguen sus festines de grasas saturadas y frijoles, extrapolados de la culinaria ibérica.

Si se toma en cuenta que del país supera los nueve millones de personas, eso quiere decir, grosso modo, que más de dos millones y medio de personas sufren esa condición, que puede ser letal.
Estas preferencias explican por qué el 29 por ciento de la población, menores incluidos, padecen de obesidad y el 22 por ciento de niveles de colesterol "malo" capaces de enviar a la tumba a cualquier hijo de vecino aunque tenga un corazón de hierro.

Especialistas en dolencias cardíacas aprovecharon el Día Mundial del Corazón para alertar a sus compatriotas de que deben por lo menos modificar sus preferencias si es que quieren disfrutar de una vejez que trascienda las seis décadas.

Hay una relación directa entre la hipertensión y los derrames cerebrales y el infarto del miocardio, advirtió el doctor Wilson Ramírez, presidente del Colegio Dominicano de Cardiólogos, quien recomendó a sus compatriotas tomarse la tensión arterial por lo menos tres veces al año.
La advertencia del facultativo no encontró mucho eco entre sus paisanos, poco inclinados a cambiar sus costumbres.

En la mañana, bajo un calor que supera desde temprano los 30 grados, en los expendios de alimentos es común ver a los parroquianos saboreando un plato con una montaña de mangú, coronada por uno o dos huevos fritos y unas lascas de embutido, lo que puede equipararse a un frasco de cianuro de regulares proporciones.

Impelidos por una propaganda inmisericorde y la tendencia a la mímesis de las cultura popular estadounidense, los adolescentes quisqueyanos son grandes consumidores de hamburguesas en cualquiera de sus modelos, cuanto más grande, mejor, bebidas carbonatadas y toneladas de patatas fritas.